viernes, abril 10, 2009

Lanzarote, y cine
Esta es una de las fotos que me ha enviado Magda de Lanzarote. Es un enorme agujero en la tierra. Como si una gigantestca bola solar hubiera salido despedida desde el mismo centro de la Tierra, un enorme sarpullido ceniciento que ha expelido con fuerza hacia el universo parte de sí, parte de su ser. El ruido, el estertor de la Tierra tuvo que ser enorme, ciclópeo, absolutamente desproporcionado y ¿doloroso? pero natural... natural, sí. Eso pienso.
El viernes estuve en la Filmo viendo una grandísima película: El Sur. Me encanta la absoluta soledad del hombre, el dolor que muestra con el canto continuo de su bastón golpeando el suelo del piso de arriba mientras su hija se esconde bajo la cama también con su dolor. Un hombre enamorado de una mujer a la que dejó atrás para siempre, a pesar de sus cartas, a pesar de las palabras escritas, por la guerra civil, por el terror a ser ejecutado en cualquier esquina o simplemente por axfisia vital. Un hombre desgajado que solo contempla a su hija que, con su capacidad de observación y de análisis inigualable, es la única que puede a llegar a conocer el dolor del padre... y eso también puede ser terrible. ¿O no? ¿Y qué os parece el Barbieri?
También estuve comiendo en casa de Al y de Vero. Gracias a los dos y a ti Magda. Estupenda fideuá y aún mejor conversación, entre otras, la grandísima amistad que mantenía Passolini con María Callas y Ninetto, el amigo de la infancia, de toda la vida, de Pier Paolo. El dolor, el sufrimiento de Passolini y María les hacía estar aún más unidos. Y luego la película de El Gran Lebowsky. Unas buenas risas...
Me duele casi todo. No me arrepiento de nada de lo que hice anoche.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

-la alfombra daba ambiente a la habitación

- de cojones , tio

fdo: un dedo. con esmalte

angela dijo...

quieres saber lo que es el dolor?

angela