miércoles, abril 08, 2009

Lhasa, Con toda palabra
Es clásica, sagrada, tranquila, enorme, "con toda palabra"... Oís cómo tiembla, sentís cómo tiembla a medida que canta. "Me acerco al fuego que todo lo quema... la luz de tu cara, la luz de tu cuerpo". Es como un canto de San Juan de la Cruz.
Me desbarata y me quema por dentro, lo hizo hace años y lo sigue haciendo. "Me entrego a tus brazos con miedo y con calma. Un ruego en la boca, un ruego en el alma"...
Lhasa, mejicana, viva...
Escucharla con los ojos cerrados, ir leyendo su letra a medida que la va echando como si le costara, un vaivén que te encoge las entrañas..., te las abrasa.

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