lunes, enero 28, 2013

Parecidos

No sé por qué pero la gente se empeña en buscarme parecidos con tipos a los que no conozco de nada y que, por lo general, son músicos norteamericanos o vete tú a saber de qué parte de este mundo.

El otro día estaba en uno de mis sitios preferidos, llenito de peña a pesar de la Crisisestafa, cuando me llega un chaval preguntándome si no era el del grupo "Noséquécojonesfláinsemarquen".

Vaya, ¿pero nunca te lo habían dicho? insiste.

Pues no, tío le contesto Además, no tengo ni puta idea de que grupo es ese que me dices.

Sí, hombre vuelve a insistir¿No eres Johnnynosécuantosdenosécuántos?

En absoluto, la verdad: no –le contesto cortante.

Yo no tenía muchas ganas de hablar y además empecé a pensar que el tipo me estaba tomando mi querido pelo, aunque no niego que me gusten estas situaciones absurdas. Por otra parte, estaba medio borracho ya y cansado, no estrictamente por este orden. Así que el chaval vuelve al ataque con lo que se dirige hacia su colega y le pregunta:

¡Joder!, si es clavadito, ¿que no?...

Vuelve su cara hacia mí y me suelta:

¿Pero nunca te lo habían dicho?

Yo, que ni puta idea. Debía tener una cara de alelado de la vida que para qué. Y es que me descoloca porque no es la primera ni la segunda vez. ¡Han querido ver hasta el bueno de Jerry García en mis mejores tiempos! Claro que Jerry murió hace 17 años y eso ya es pasarse. Lo curioso es que en el bar anterior una pareja me había preguntado que si era músico y tal. Les contesté que no, que me dedicaba a editar y a escribir.

¿Escribir?  

contesto.

¿Y qué escribes? (Las veces que me han dado ganas de decir: "Mierda, escribo mierda". Ser así. Un maleducado y un cabrón. Lo cierto es que no sé por qué).

Y así empiezan las conversaciones de las normalitas, siempre pegado a la barra de un bar, dejándote el sueldo y pagándole las vacaciones y la universidad de sus futuros niños al barman.

Fuera, en la calle, están tus amigos que se dedican a fumar los cartones de tabaco que se dejaron sin fumar antes de la Prohibición, por lo que no sabes si algún día volverán y en qué condiciones. Optas entonces por beberte sus cervezas, sus cubatas y comerte sus tapas y sus panchitos o lo que "haiga" que sea comestible hasta el momento en el que la dura ingesta de cerveza te quite el hambre. Cuando vuelven se encuentran con el vacío de sus vasos, de los platitos donde ponen las tapas y con tu enorme sonrisa pero a ellos les da igual porque no tienen ni puta idea (hace más de 15 años que se fueron) de lo que dejaron atrás.

Regresando a lo que puede ser el inicio de todo esto, no sé si lo recuerdan, sí, exacto, los Parecidos, lo cierto es que llevar el pelo largo y blanco es sinónimo de músico porque nadie tiene los cojones o los ovarios de llevar el pelo largo y blanco sin tener que esconderlo o parecer un jodido loco que se ha escapado de un psiquiátrico en chándal, con una lata de coca-cola en una mano y, en la otra, un cigarrillo rubio que nunca se apaga.


Qué aquí no se puede fumar, joder, ¿es que no te has enterado todavía?


Déjame en paz que lo estoy pasando bien escribiendo por una puta vez en la vida.... putos camareros.

(PD1: Iba a poner una arretrataúra mía pero aún me da mucha verguenza el que conozcáis mi verdadero yo en el cuarto de baño
PD2: ¡Eh!, que el final es por la sencilla razón de que aprecio el trabajo de los camareros -en serio- no vaya a ser que se me interprete mal... que en Internet se supone de todo y no siempre bueno, ¿vale?).

3 comentarios:

Æ dijo...

Qué grandes historias, con ese puntito misterio, ciencia ficción. ;-p

alf ölson dijo...

Sí, lo misterioso a veces es saber cuánto hay de ciencia ficción y cuánto de realidad.
Si no que se lo digan a ALmudena Grandes cuando escribió Las edades de Lulú.

Æ dijo...

jajaja a una persona que conozco le gustaría tu comentario de Almudena Grande. Jajajaja ;-)