martes, febrero 19, 2013

Échale la culpa a la poesía

Esta mañana, al leer este texto, duro e inflexible texto de Rafael Reig donde comenta un poema de Bertold Brecht, me he acordado del lema "Dónde está, no se ve el teatro de Bertold Brecht" de Jls. Casualidad.

La poesía es culpable, como el cine o la pintura: ha claudicado y ahora ¿qué puede hacer, salvo manifestarse gemebunda reclamando subvenciones en nombre de la cultura?
Roma no paga traidores. El desenlace de la claudicación, el resultado de ceder ante el poder, siempre es el mismo: cuando ya no te necesiten, te abandonarán a tu suerte.
Y entonces es demasiado tarde para amenazas vacías. ¡Tened cuidado!, dicen los poetas, pero nadie está leyendo ya.
La poesía, la claudicación del arte, es culpable de muchos crímenes, pero sobre todo de su actual insignificancia también en este primer tercio del siglo XXI.

El artículo, y sobre todo el poema revelador y alimenticio, se encuentra AQUÍ

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