miércoles, marzo 06, 2013

El partido

Ayer tarde salí justo cuando empezó el partido. Al doblar la primera esquina, saqué la cámara e hice la primera foto. Aproximadamente unas veinte o treinta personas mirando fijamente un objeto en una de las esquinas del bar. Dos o tres personas conversaban en la barra, ajenas al punto que robaba la atención de casi todos los parroquianos. Seguí caminado. El vendedor de pollos también tenía una tele y por supuesto que también había sintonizado el partido. Otra foto, en este caso apenas seis o siete personas. Todas ellas comiendo en dos mesas unos kebabs, con la mirada fija en la esquina junto a la entrada. Los que curraban ahí también se encontraban pendientes del receptor. Podían ponerse a bailar los pollos que se asaban detrás de ellos que nadie iba a percatarse del milagro. Camino y disparo. Una foto tras otra, y tras otra, y otra, y así dos horas de paseo, dos horas de disparos, intentando ser lo más discreto y cuidadoso posible. Sí, alguna que otra imagen con el gesto sorprendido de aquel o aquella que se descubre fotografiada. No quería que nadie se me molestara. La gente puede llegar a ser muy suspicaz. En las imágenes, gentes de casi todas las nacionalidades. Es lo llamativo de este barrio. Sí, muy bello. Y gestos, además, posturas, guiños, tics, expresiones, brazos en alto, aspavientos, ojos iluminados, giros, etcétera. Todos ellos con la mirada puesta, dirigida, condenada, abducida en un punto de fuga único, salvo aquellas personas que como diminutas islas ajenas al mar de aspavientos se hurtaban a la gran expectación.
La última imagen es la primera esquina y el primer lugar de la primera fotografía. En ella todos se encuentrasn levantándose, colocándose las bufandas, los abrigos, mirándose sin ver, volviendo al lugar, a lo que rodea después del pitido final.      

No hay comentarios: