viernes, febrero 13, 2015

Inmortalidad

-¡Que no, hermanita!... ¡que no! Johann [Sebastian Bach] tan sólo ha llegado al 65% de sí. ¡No te preoocupes, hermanita! ¡Llegará al 100, al 250, al 330%...! ¡y lo superará!

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA BIOGRAFÍA ESTÁNDAR He entrado en www.unavidaparasentirla.com para investigar la biografía estándar de Vicente Savall mientras tomo a cucharadas un tarro de 1kg de yogur griego hacendado. Hay metaestados biográficos que sólo se entienden como los mapas de Juan de la Cosa, o sea, invirtiéndolos. Al contrario de una vida estándar una vida dogmática se comporta como un troyano. Evitar una forma de vida viral-como por ejemplo de hombre lobo solitario ortigado- requiere el desarrollo libre de la personalidad, con grados de tolerancia a las manifestaciones espontáneas de los demás, el resto del mundo, el otro sucedáneo subcultural, facilitar su automatismo para que llegue a alguna vagancia-extra, incluso. Un dogma NO es por tanto un tipo que sirva, un modelo a seguir, un patrón para disegnar, un nivel de grata ensoñación. La razón suficiente, de cinco raspado es esta: el dogma se inocula, impone, inculca, no se elige. No resulta educativa. La reducción del ser humano a cliente lo vuelve estándar, su reducción al absurdo de un dogma apaga su tonalidad. La BE son lentejas, la BD, piedrecitas del zapato. El otro día estrené nos zapatos italianos de la calle Sombrerete y me apretaban, me dolieron los pies el primer día, al segundo bailaban en la pista de césped. LA BE escucha, la BD es sórdida. La BE de Vicente Savall:

Podríamos decir que Vicente nació con una guitarra bajo el brazo. A los 6 años ya sabía leer una partitura y se entretenía construyendo sus propios instrumentos.

Al cumplir los 18, emigró a París para continuar sus estudios musicales. Fue allí donde ejerció por primera vez como músico profesional y donde probó las mieles del éxito, siendo contratado por un programa de la televisión francesa, actuando en el prestigioso Teatro Olympia e incluso llegando a firmar contrato discográfico y cinematográfico.

Desafortunadamente, una enfermedad en el oído puso fin a su sueño justo antes de alcanzarlo.

Vicente regresó entonces a su pueblo, Bellreguard, para dedicarse a su otra gran pasión: la botánica y la jardinería. Inmerso en el silencio de la naturaleza, aprendió a reconocer los árboles, los arbustos y las plantas que le rodeaban.

Veinte años más tarde, la música volvió a sonar en su vida. Gracias a una operación y a la posterior adaptación de audífonos en GAES, Vicente recuperó la audición, volvió a afinar su guitarra y empezó de nuevo a componer, a tocar, a cantar y actuar. Desde entonces, su renovada carrera musical le ha valido varios premios y reconocimientos.

A sus 70 años, la pasión de Vicente por la música sigue más viva que nunca. Sus obras son un canto a la naturaleza, a la tierra y la cultura valencianas y a los grandes temas humanos, como la paz, el amor o las injusticias sociales.

Y si abrimos con cuidado los cajones de su escritorio, descubriremos sus grandes composiciones, los musicales históricos, que esperan, silenciosos, poder ser interpretados y escuchados por primera vez. Hasta ahora.

Gracias Vicente por compartir tu historia y tu música con nosotros.



Conoce un poco más a nuestro protagonista a través de sus canciones y obras musicales favoritas.

SU OBRA
•La sepultura de Lionor de Flors (música del spot), 7º tema de los 12 de su musical "Cants a Joan Roís de Corella". Escucha la música del spot
•Ausiàs March (11 temas) * Al-Azraq (10 temas) * Els Borja (10 temas) * Sant Francesc de Borja (14 temas).
•Santa Eulalia de Mérida (12 temas) * Historia de un acto de fe (12 temas) * Los Amantes de Teruel (10 temas) etc.