jueves, enero 28, 2016

Tres poemas más publicados en la revista Generación Espontánea


Naturaleza muerta

¿Habéis escuchado al detener vuestro coche
el sonido marítimo de la gasolina
golpeando las paredes del depósito?


La conciencia del agua

Volveré a ser agua algún día,
saldré proyectado por la fuente inconstante
a lavar el rostro de aquellos
que lloran.
Saciaré a la nueva criatura.

Volveré a ser agua algún día
tras dejar de ser polvo
o silencio en el aire,
hombre de ansiedad inconstante
nube que siempre transcurre.


Televisión

Un tipo con un banjo eléctrico
otro flauta y perilla larga
hasta el esternón,
más:
baile de salón sobre una pista de patinaje de hielo, maniquíes,
“más veneno” –me pide otro.

Fumo un cigarrito en el salón de mi casa,
la gente aplaude mientras escribo
justo lo anterior,
y los giros virtuosos del vals
en la Viena de antaño
llamaron tanto la atención
que era casi un pecado mortal.
Realmente son raros estos músicos,
Les sobrepasa su quehacer
-pienso- y deben pasearse por el cable de la vida
como lágrimas de pájaro.



(Con ligeras modificaciones en el primer y segundo poema)

No hay comentarios: