miércoles, abril 20, 2016

Metrodemadridinforma

Concurrida mañana en el metrodemadridinforma.
Antes de que se cierren las puertas, en uno de los vagones, un muchacho con camisa floreada y pantalones vaqueros ajustados, toma el libro de una mujer y lo arroja al andén antes de que se cierren las puertas.
La mujer se queda con las manos en la misma posición, es decir, las manos como si aún sostuvieran el libro pero con la mirada fija y turbada observando, ojipláticamente, al muchacho.
El muchacho parece detener su atención en ella y en su sorpresa unos segundos. Los viajeros que les rodean observan la escena sorprendidos, sin imaginar siquiera lo que va a suceder inmediatamante.
-¡Estimados amigos...! -chilla el joven girando la cabeza como un torero- ¡esta fantástica y paciente mujer acaba de ganar otro fabuloso libro que narra las increíbles aventuras de NOMBRE en las tierras de NOMBRE donde, por cierto (enorme sonrisa del muchacho que ilumina el vagón convenientemente) viajará gracias a NOMBRE con un par de pasajes para que pueda ir con cualquier persona que usted decida al mismo lugar donde se desarrolla las desopilantes aventuras de NOMBRE.
A la mujer apenas se le ha cambiado el rostro por el blablabla de viaje que acaba de ganar. Es más su cara parece contraerse y sus ojos se inudan de lágrimas. En un momento dado, entre balbuceos, acierta a decir, sin cortarse un  pelo y sin trabarse ni una sola palabra:
-¡Es usted un mamarracho hijodelagranputa...!
-¿Cómo dice señora?
-Es usted un cabrón malnacido comemierda...
-¿Pe... pe... perdón?
-Es el libro que me regaló mi hijo dos semanas antes de matarse en un accidente de tráfico, maldito cerdo de la mierda de la publicidad...
Se abren las puertas del metro ante el nuevo andén pero nadie se decide salir. La mujer empuja al muchacho y sale a un andén que se ha inundado de personas con la prisa acostumbrada de los martes a las 7 y media de la mañana.
-Joder, tío, -le dice un tipo, joven como él y que sostiene una pequeña cámara con el que ha grabado lo que quería ser un sorprendente anuncio publicitario- esta vez sí que la hemos cagado.

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