martes, abril 26, 2016

Tiburones

La manera sibilina de atacarte en tu trabajo. Ellos no lo ven como un ataque, "o no, no quería decir eso". Susceptibilidad. Un letrero de neón rojo aparecerá en tu mente, como aquellas instalaciones de los años 1990 en el Museo Reina Sofía. Entonces quedas aún peor. El problema lo tienes tú, pequeño, débil, susceptible trabajador. Que te digan por ejemplo que respetes el estilo del otro cuando de eso se trata tu trabajo. De eso se trata TU trabajo. Que te lo digan de manera gratuita, porque sí. Acabas de solucionar algunos problemas, te atacan, te defiendes y tú eres el puto-loco-mediocre.
Es entonces -si aún conservas claridad y no te has dejado envolver por su puterfacción- cuando adviertes que bajo su mirada de bondad y comprensión, de accesibilidad y cercanía, su mirada profundamente cristiana, se encuentran los colmillos retorcidos de un tiburón.

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