El miedo a la secta ha hecho que los poetas nunca se hayan visto como miembros de una secta. Existe un secretismo absoluto, una ocultación tácita, un silencio máximo.
Son una secta, digámoslo aquí, por lo bajo, muy bajo, demasiado bajo.
Digámoslo en modo "a tierra", "enterrador".
Digámoslo aquí. No lo repitamos.
Calla esa boca, apaga tu escritura, basta ya, es suficiente así, ese silencio de secta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario