sábado, julio 19, 2008

La humanidad

Uno detrás de otro
contenidos en el Gran Espejo.

Unos minutos de debilidad crean esto:


(El primer verso y el último se leen muy rápido).
Me esguinzo la columna vertebral se me precipitan los brazos todo plomo para que tú no me llames veas una película de DVD te acuestes pronto "olvídate de mí" dices justo antes de dormirte
en un susurro junto a la miel de la almohada.
Lo sé.
Te oigo.
Te amo lentamente
como una voz que en tu interior
muy dentro de ti
te dijera repetidamente
te dirá...
"para siempre".

como si fuera una enfermedad agradezco mi hipocondria te escucho y te rehúyo quiero irme a Granada contigo meternos mano y miedo que el sol nos estalle vidrios de deseo que nos corten para siempre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

caray colega.... no me lo puedo ni de creer.... no es un poco excesivo???

alf ölson dijo...

Para nada, sobre todo cuando no tiene en absoluto nada que ver con lo que piensas. Bueno, algo sí pero esto no es suficiente. Es más, es un poema, no una declaración de intenciones.

Anónimo dijo...

ya, pero el que lo lee no lo sabe... y se puede confundir pensando que las nieves cubren las montañas en verano confundiéndose con las aguas del mar... cuando en realidad nada de eso ha pasado todavía...