martes, agosto 05, 2008


A Leopoldo Alas y a su “Costa Argumosa”.
In memoriam.

¿Y usted qué hace ahora que no tiene nada que hacer?

Pues nada, es decir, imagino que la sombra de mi ventana es la cabeza de un cocodrilo que se ha comido un elefante carabanchelero… que tiempos ha, vagaban por aquí, retozando, junto a la vega de un río aunque más bien era todo esto una enorme laguna donde convivían, no en armonía, porque aquí nunca se ha convivido “en armonía”, animales enormes de toda índole, que se devoraban unos a otros en un festín continuo al que por supuesto estaba invitado el hombre que por aquel entonces caminaba en taparrabos y tenía más cercanía con Conan el Bárbaro que con cualquier gogó de discoteca veraniega.
También me paso por los blogs de los colegas y así leyendo, consultando unas cosas, resolviendo otras, porque hay muchas cosas que resolver, y que conocer, uno se hace una composición de dónde está, del mundo aunque bien es cierto que nadie sabe lo ancho y lo ajeno que puede llegar a ser… soy de los que se impresionan con solo imaginar lo lejos que nos podemos encontrar tras unas cuantas horas de viaje.
También me enteré de que el escritor Leopoldo Alas, bisnieto de Clarín, ha muerto a la edad de 46 años. Un chaval, lo que se dice. Conociéndole muy poco, recuerdo que fue el que acuñó en un artículo periodístico lo de “Costa Argumosa” refiriéndose a la calle que va desde la plaza Lavapiés hasta el Reina Sofía. A mí no me gustó mucho, por lo snob que parecía el término pero comencé a divulgarlo… “¿Sabes lo que dice Leopoldo de Argumosa?”. La llama de esta manera. Así, en plan guays.
Me meto en el Google y para aquellos que penséis que este buscador es infalible, por favor, bajadlo del pedestal en el que lo tenéis… No encuentro el artículo “en quistion” en el que Leopoldo hablaba de “costa”; he dicho “acuñaba” anteriormente por la razón, clara, sencilla, de que no sé a ciencia cierta si fue a Leopoldo a quien se le ocurrió la ya célebre denominación. Seguro que no fue de un lavapiesero aunque puedo lanzar este guante a quien quiera recogerlo.
Anoche fue gracioso cómo se encontraban tres o cuatro coches de policía observando los chiringos en la plaza y metros más abajo, en el inicio de Miguel Servet, un tipo con una botella de plastiquéi fontvella rajada por arriba con su calimochillo metía la mano por el cristal pequeño de la parte de atrás de un coche. No sé si lo había reventado él, pero cuando nos vio se hizo el longuis. Antes de ayer, en el aniversario (8 años 8) de Lo máximo, a un tipo le robaron el saxo y un baffle que dejó aparcado con buena fe y con un pedo de allí te espero. El hombre comenzó a chillarle al pakis que estaba en su negocio, acusándole de que no había cuidado de su saxo mientras compraba cigarritos con una par de tipos. La artimaña del disimulo mientras se llevan tu material por la cara. Pobre ingenuo. Se puso bastante violento y la peña pasó de él, hasta que mi colega se apiadó y se lo llevó hacia la plaza para que lo supiera la poli, porque lo único que hacia el hombre era dar vueltas sobre sí mismo y ponerse cada vez más violento, sin ton ni son, o pegarle una patada a un cierre metálico y pedir que apareciese la policía como si se tratara de un coro de ángeles custodios. Después de que una mujer le había dicho que se lo habían llevado unos tipos hacia la calle Atocha. Nada, le habían pillado bien y lo único que quería era haber tocado en la charanga de Lo máximo…
Lavapiés se convertirá en otra pijolandia, megafashion y superguay, es decir, pasta a saco paco, porque ¿a quién le interesa un pesao, artistilla modiglianesco, pobre sin un duro pero con ganillas de montar algo aunque sea breve en el centro de Madrid comercial, megalópolis futura, con vómito masivo de consumidores de arte y últimas tendencias…? Ya pasó, pasa y pasará en otras grandes ciudades. Existe una estructura muy sensible relacionada con la creación artística, y científica, por supuesto, que se rompe fácilmente pero que se reproduce en otros lugares, y si cabe, con más fuerza. Tal vez Argumosa se encuentre en dicho estado, fino hilo que aún mantiene conexiones importantes. Y hablaba ya Cansinos-Assens a principios de siglo XIX de Lavapiés y del Rat-Penat, y la magia aún se mantiene…

¿Y usted qué hace ahora que no tiene nada que hacer? Leo el blog de Rafael Reig, por ejemplo, también. Hoy tengo mucho tiempo y a Reig me gusta verle en el anonimato en el bar de una amiga. y ahora descubrir su blog y ver, en una fotografía, a Wittgenstein y a Hitler en una foto inocente de colegio...

¿Y usted qué hace ahora que no tiene nada que hacer? Tratarme de usted. La duplicidad personal da mucho juego, incluso de tratamiento.

¿Y usted qué hace ahora que no tiene nada que hacer? Echarte de menos.

(Leopoldo es el de la izquierda. La foto ha sido extraída del álbum de Leopoldo picasaweb.google.com/.../4pZl5776YTih-t8O_qYJQA).

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