viernes, agosto 01, 2008

Miguel Pérez Pardo
abre un bar
en Lavapiés

...los Noctívagos
cumplen tres añazos
en la blogolandia

...y Joan Cursach
recoge su exposición
en Mallorca.

Miguel, nuestro Miguelo, abrirá su bar Fotos y Tapas en la calle Doctor Piga, número 7, este viernes, 1 de agosto, para todos aquellos amantes de la buena comida casera y de la buena fotografía.
Sus paredes aparecerán plagadas de su trabajo que durante años ha venido desempeñando ya sea en la revista Ruta 66 como en otros ambientes, lugares o recovecos de la gran urbe de Madrid. También de la Movida madrileña (se le ha visto en el programa de Paloma Chamorro, La Edad de Oro, haciendo fotografías a las primeras apariciones de La Fura del Baus, allá por los años 80, entre otros) o como habitante noctámbulo de los vericuetos de este barrio tan castizo, combativo, libertario... y tan castigado.
Por otra parte este blog cumple ya tres añitos y qué mejor que celebrarlo que con otra celebración.
También informaros de que Joan Cursach, autor perteneciente al grupo CapVermell, y buen amigo, ha expuesto en Can Creu d'Inca, en Mallorca, desde el 18 de julio hasta el 30 de julio pasado. Es una pena no haberlo comentado antes pero he estado en otras últimamente y que usted me perdone, señor Cursach... De todas maneras me resarciré cuando vaya a visitarte a Cuenca, espero que en este verano, en este mesecín de agosto que se avecina bien caluroso.
La verdad... qué voy a decir de Joan aparte de que suele disponer de jamón en su casa (también el del Teo está bueno, pero con la llegada masiva de estudiantes la cosa cae un poquito de calidad en tan ibérico alimento) y que nos echamos nuestros buenos tragos por el Zamora, con sus llamativas, oscuras, originales e impactantes láminas de teatro checo, mientras oímos al bueno de Phil Lynott (Thin Lizzy) o nos dejamos caer por la casa de Antonio Pérez, por su fundación, donde se despliega todo un mundo de arte contemporáneo, y donde no faltan los cuadros de Manolo Millares, Sauras (y su "salón") y un largo etcétera de pintores, poetas visuales, escultores, incluido el propio Antonio y su Bibendum saludando al Cristo, subido en el punto más alto de Cuén, desde un tranquilo patio donde se puede pensar, escribir, leer con gran tranquilidad enfrentado a las piedras tan llenas de inabordable mística y plácida quietud... ¡Sería tan extensa la entrada si me pusiera hablar de los buenos momentos pasados en Cuenca!

No hay comentarios: