lunes, octubre 06, 2008



...desaparecer

Primero, vierte en un recipiente agua y sal, y con un cálamo que sumerge cuando la sal está bien diluida, atrapa lágrimas de agua que deja caer sobre su espalda, su cintura, glúteos, muslos y en la planta de sus pies componiendo un poema que la seduce, para que luego, con su lengua de explorador, lame las estrellas de cristal que sobre su piel restallan diminutas...
besaría allá donde se ha vertido, inadvertido, el perfil de río sazonado, concupiscente, frágil, juguetón...

Sal de tu propio sexo
para darte sin sexo
así, de esta manera,
revoltosa, vivaz,
ajena casi
a tu propio placer
plagado de milagrosas
estrellas
que sobre tu cuerpo
yacen...
Qué misterioso universo
donde cada uno de los lunares
se asemeja a un planeta
que quisiera habitar.
Mapa de deseo,
deseo de ser pequeño,
como un suspiro en el centro de la noche,
un gemido...

...desaparecer.

(Fotografía de Javier López)

1 comentario:

mercedes dijo...

que alabado debe de sentirse ese cuerpo. Mi enhorabuena por ser elegido.