viernes, diciembre 12, 2008


El ataúd

Este ataúd que guardo en el fondo del pecho,
que late mientras desciende a cada golpe
al fondo de la tierra que lo niega;

este ataúd de segundos y tiempos ya gastados
al albur de otras alegrías y tristezas,
que no se cansa en repetirme boca, ojos, mirada,
brazos y el perfil amable de tu culo y de tu sexo;

este ataúd que al abrirlo abre un libro único
que desea cerrarse desde que tú
lo dejaste abandonado...

este ataúd que aguantará el perfil más duro del agua
y que, en cambio, se agrieta, se cuartea
con solo un único embate de tu savia;

¿cuándo extirparé a este muerto,
a este despojo, este esqueleto
que me grita tu nombre a todas horas?...

Dime... ataúd, confiésame:
¿qué osario acogerá este hueso?

(En la foto la obra de Jaume Plensa, Monochrome n.º 2).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta. Old style. Así es como se hace.

Enhorabuena.

Anónimo dijo...

que horrible y lenta agonía!!!
¡para!, ¡no sigas!. tiene que haber otra forma de no perderte día a día.