lunes, diciembre 22, 2008

El engrudo

Con este engrudo que me ha rellenado el cuerpo,
que me obstruye para toda percepción, sensación o pensamiento;
con esta sopa aguardentosa, resaca infame de ansiedad;
con este caldo que me cuece, que me arde por dentro;
con esta papilla a veces caliente, otras fría,
que me muerde a colmillo, a rabia, a marchamartillo, a mierda;
con este estúpido aguachirle, con esta imbecilidad a flor de piel,
con esta empantanada bobería;
con este ácido que me revienta y que no puedo vomitar,
que me seduce, me violenta, me encrespa, me envicia y morbosea
y que no deja de circular por mi cabeza y mi organismo
rellenando los únicos huecos por los que aún podría enajenarme
o podría pensar no sé, en algo, no sé, en algo más,
con este líquido voy a regarte…
pero cuando pueda deshacerme
en límpidos, cristalinos hilos por todo tu cuerpo.

A tu contacto me lavaré por fin
despareciendo en manantial,
en agua clara,
y que tú me bebas para siempre,
nunca más.

Otro poema más, de otros días, que seguramente leeré esta noche en la cita que tenemos.

No hay comentarios: