sábado, diciembre 20, 2008


La espiga

Te llevo clavada en el cielo de mi boca,
diminuta espiga que se resiste
a desprenderse de esta carne
ante la amenaza nerviosa de la lengua.
De cuando en cuando
me hace cosquillas,
en otras,
nervioseo
y me tomo la cabeza entre las manos.
No sé qué hacer con una espiga en el cielo de la boca...
el día que se desprenda
la sensación permanecerá
como un fantasma.

(La foto es de Javier López)

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