martes, diciembre 23, 2008



Refléx-iones Rock en El Aguardiente,
crónica de un suceso poético.

Ayer noche estuvimos reunidos en torno a unos buenos versos y a un buen público en El Aguardiente.
A partir de las nueve y media empezamos con la música hipnótica -guitarra y ordenador- de Carlos para que "sin solución de continuidad" -expresión que me encanta y que afortunadamente no utilizo- comenzara Batania a deshojar la margarita o los seis poemas que nos tocaban por cabeza. La gente muy callada y los que no querían entrometerse o contemplar un acto así ya habían salido o bien se encontraban alfondohaysitio en una pequeña, casi diminuta, habitación en la que, por cierto, hay todo un carteluni o panel del metro de Lavapiés. Se está convirtiendo en una religión. Batania, antes del comienzo, pidió una mesa a lo que me sumé yo pero nuestros deseos cayeron en el pozo de Bolo. Podíamos haberlo hecho nosotros pero era más entretenido que los allí presentes nos vieran los calcetines.
Así que entre trago y trago fuimos entrando en calor: Batania con su complicidad exquisita con el público, con su lobo, con su andamio, con su poema de amor realista y verdadero, exigido por tercera persona, y, por supuesto, con su espíritu de juglar, contador de historias, de agradable abuelo joven que a falta de hoguera y lumbre se decide por la mirada que atrapa a los presentes y los envuelve con el celofán agradable e inquieto de sus palabras. Bolo con su gracia, con sus chispas que prenden en fogonazo pero que no se extinguen porque sus ¿ocurrencias? tienen más de dos caras y más si escuchas atentamente sus poemas así como el dedicado a Iván Zulueta y su arrebatado Arrebato. Un buen toma y daca, una generosa demostración de inteligencia y de buen gusto. Y Sergio Cruz que sigue en su línea tan personal e inquebrantable, sin reparar en la búsqueda de algún maestro porque su poesía es directa, nacida de los intestinos y de la experiencia propia, salvaje y sin reparar en aquello que pudiera ser más asimilable por un respetable que tras la escucha de un poema de la yesca de Bolo se le voltea de nuevo. Y este que escribe esto, pues qué va a decir de sí mismo si lo que leyó fue lo que se encuentra aquí, en este blog... me relajé un poco antes de empezar que siempre la lío y acabo atragantándome con las palabras. ... me pidieron copias de lo que leí y allá que fueron.
Luego al Viva chapata que cumplía 10 años. Saludo al bueno de Juan Carlos. El bar a tope, de gente de vacaciones o no, y más tarde a una Aguja que nos sostenía a todos en su filo y por Janis Joplin. Uno quiere quedarse pero se ha de marchar. Es tarde.

(la ilustración de perroscallejeros.wordpress.com)

3 comentarios:

evoe dijo...

ay arrebatado....iluminado....te gustan las gorras de cuadros?

Anónimo dijo...

Yo,ya no entiendo nada.

alf ölson dijo...

Evoe:
A mí me dan igual, a mi Otro parece ser que sí aunque no había ninguna gorra de cuadros, realmente era un "gorra de ritmo".
Anónimo:
Pues anda que yo...