lunes, diciembre 08, 2008

Tu cuerpo desnudo en el extremo de mi cama

Sentí una punzada en el estómago y en el pecho. Todo iba mal. Te has dado la vuelta en la cama después de habernos echado un buen polvo. Te encuentras muy lejos de mí. Lo sentí al instante. Te recorrí la espalda desnuda con la mirada y extendí, con la imaginación, mi brazo, mi mano hacia ti. Mi brazo, mi mano hacia tu espalda, hacia tu culo, hacia el sacro sagrado. Demasiado lejos. Demasiado. Luego me arrojé al mar desde el barco de mi cuerpo y no llegué a tu orilla. Creo que me ahogué en el trayecto. Desaparecí no sé en qué fondo. Alguna que otra Sirena me alegró la vista y el corazón, la vida, de vez en cuando... Pero nada más.
Y conocí también con quién perderme: los peces abisales me proporcionaron drogas fluorescentes.
-El peso que llevas no se soporta fácilmente en esta oscuridad malsana –me decían.
No conseguí llegar a tu orilla. Se encontraba demasiado lejos tu espalda de mí. No supe cuándo pero me sentí morir. No he muerto aún lo suficiente. ¿Vendrá otra Sirena con perlas negras en sus orejitas de coral? Ya no quiero llegar a orilla alguna. Además sé que dejo de escribir cada vez que dejo de pensar en ti... y la imaginación me traiciona diariamente. De esto sirve, para nada más. Ahora. Es una mierda, lo sé. Es así. Pienso en ti, escribo. De acuerdo: tus costillas. La bóveda de tu espalda surcada por arcos de huesopiedra. Ya sé. No es el resultado elegido. No hay motivo. Tampoco hay que preocuparse.

Es así, ¿no? ¿Esasíno?, ¿Esasesino?, Esasesino... Es Asesino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡corre, corre! me grito
No permitas que el olvido de un zarpazo rasgue tus ropas de carne.
¡corre, corre!me grito ¡estúpida cobarde!
coge carrerilla al umbral que proyecta.
¡corre, corre! me suplico e imploro
dile que no te puedes ir ni quieres, que no puedes dormir mas de cuatro horas seguidas, que no recuerdas si has comido,y la fiebre amenaza con picos de 38,que la anemia va tomando tu cuerpo y la tensión no te sube de seis nueve, que no estás tan lejos cuando
¡mi amor! me estás consumiendo.

alf ölson dijo...

De nada sirve ya decir...
Se acabó, eso es todo.