miércoles, enero 07, 2009

Nuestros cuerpos

No se soportan nuestros cuerpos.
Aunque caminemos erguidos
hay algo que falla, que se consume
en su propia fatalidad:
cierta tendencia al desvarío, a la inclinación
hacia un lado u otro, ¡qué importa...!
pero también: es hermoso sentirse tendente no sabemos hacia dónde
como si investigáramos otra manera de alzarse.

No se soportan nuestros cuerpos,
no es por cansancio o pereza
ni por moda ni esnobismo ni enajenación transitoria,
nada de eso.
No se soportan, ya lo he dicho.
Es esta sensación de que todo puede ser tan hermoso o tan doliente,
y de que un día para otro se cambien los perfiles
las verdades que se admitieron al principio,
y entonces,
solo entonces,
todo cambie sin motivo,
sin causa aparente o conocida
pero que fuera, lentamente,
señalada.

No se soportan nuestros cuerpos,
ni caemos ni dejamos que se entorpezca nuestro paso.
No se soportan a sí mismos, eso es todo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La poesía es insoportablemente bonita, estoy sin ordenador en casa de un amigo que no para de hablarme ajeno a todo ésto.

alf ölson dijo...

Muchas gracias por lo de "insoportablemente" bonita, anónimo.
Es un pequeño homenaje también a Jose María Fonollosa en el ritmo y en otras cosillas que no vienen pero vienen al caso.
Un abrazo.