
Por fin ha estrenado su película Alberto para el gran público, una película con la que se ha empeñado hasta las cejas y en la que, como bien dice El País, ha rescatado el sentido de profundísima crítica que mantenía Passolini con la sociedad en la que vivía, que actuó como un auténtico artista, sin miedo a nada, con la absoluta dedicación que implica también persecución y odio por parte de aquellos que no desean ver retratada su "miseria"...
Recuerdo mis conversaciones en el Malatesta con Alberto, y lo increíble que parecía llevar a cabo todo ello; es más, me parecía un proyecto tan prodigioso y a la vez tan ambicioso... y, sobre todo, contar con la participación de tantos buenos creadores y genios del celuloide como es Víctor Erice, por ejemplo... ¡empezando por ahí! Pero el proyecto ya estaba hecho y solo faltaba el último paso: estrenarlo en las salas comerciales porque hasta ese momento había caminado por festivales, y... hete aquí.
Ha sido un trabajo de años, un trabajo de gran dedicación y además en una persona como Alberto, todo él de una gran humildad me parece aún más grande... y además, tratando de un cineasta como Passolini, de una complejidad tan exuberante, un salto mortal inigualable.
El viernes me meto en el cine para verla. Un festín. Genial.
(La foto pertenece a la Agencia EFE)
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