domingo, mayo 24, 2009

Fuera llueve mansamente.
Los coches resbalan con sus llantas. Veleros con forma de ballenas sobre un mar de asfalto.
Cuando venía hacia casa acompañé a la lluvia.
La lluvia no entra en la casa de nadie.
Se abren las ventanas y como un invitado patoso puede llegar a empapar hasta los muebles.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!