miércoles, julio 15, 2009

plaza alonso martínez domingo

éramos heavis, calzábamos un 39, largas luengas barbas,
ahora un alfa romeo aparcado a la puerta del garaje de casa o del garito
bolsa camper traición a las buenas costumbres las yumas
y ella con tacones de aúpa pantaloncitos rasgados y vaqueros
escuchando a los beastie boys
chicos blancos neoyorquinos rapeando.
en la plaza alonso martínez
leyendo a aníbal núñez aquel a quien no dieron el nacional de literatura
post mortem in gloria maiorem ad altare dei
rumores
convencieron en el último momento a Claudio Rodríguez
se lo dieron al vivo de Benítez Reyes
o eso creo.
va cayendo la noche
las fuentes han sonreído todo el día y necesitan descansar
dormir recogiditas
dentro del agua en el agua dentro
-el paso de dos poetas con fredperrys y mirada de casado con el futuro-
¿Qué no habrá producido Quincy Jones?


¡eh, furcia repugnante!


una diosa le robó el alma y aunque
solo las diosas roben el alma de los poetas
(¿o son las diosas las que modelan el alma de los poetas?)
estos se dedican a vagar solos por el mundo
en busca de sus almas
y recogen guijarros
diminutos guijarros que generen suficiente misericordia
y hagan regresar a su diosa a la tierra
-guijarros que no son bonitos-
pues lo que más les gusta es que los poetas vaguen
y recompongan su canción con guijarros
o sino en último extremo
conozcan a otra diosa
y ésta a su vez reclame
el alma de su nuevo poeta
de su nuevo fragilísimo
-"¡Eh!, ¡furcia repugnante...!, ¿dónde has guardado, dónde escondes
el alma de mi poeta?"

estás bien jodido si de niño te gustó viajar en metro

estás bien jodido si de crío te gustó viajar en metro, bien jodido,
de niño te pasabas subiendo y bajando por las escaleras mecánicas
de la mano de tu padre
toda la bendita tarde
hasta que se hartaba y te decía "vamos, hijo, ya volveremos mañana"
pero mañana volvías tú y tu padre a provincias.
estás jodido, bien jodido si te gustaba viajar en metro de pequeño
porque eso no se olvida y acabarás odiándolo
pero el que te haya gustado el metro, que te haya gustado viajar en metro
de niño no se olvida en la vida.
Sólo se transforma,
y comienza a gustarte la ausencia de luz, la noche, los noctámbulos,
las putas, las barras de los bares, lo oculto, lo maldito, lo feo, lo sucio,
lo maloliente, la tristeza
¡joder!, lo triste
y te querrás bajo tierra como un topo, una lombriz, un gusano,
una rata, una araña que se oculta del sol y de la luz
optarás para siempre por la oscuridad, lo complejo, lo enfermizo,
serás un insecto.

Si te gustó viajar, subir y bajar por las escaleras mecánicas del metro
moverte por sus estrechos andenes, observar ingenuo a los viajeros de niño...
te lo advierto, no te queda otra.
Estás marcado.

Además, durante el verano, está lleno de extranjeros de primera.


mujeres de 50 años

mujeres de 50 años que amanecieron hace tantos años en la cárcel
por qué dices cárcel
por qué lo dices
por qué lo dices todo
alguien te ha invitado a contarlo, a hablar sobre ella aunque nada sepas
nunca y para nada y escribir dejarse hacer
mujeres de 50 años tan seguras de su inseguridad
solas
como solo una mujer sola de 50 años puede llegar a estar
con altos tacones apenas cuidadas y rostro casi impenetrable
casi amargo pero de tan dulce soledad
como si el ángel de la bondad sobrevolara vuestra cabeza
sobre su descuidado cabello ensortijado como solo puede
ser un cabello rebelde de una mujer sola de 50 años
puede ser habiendo conocido
de lo que yo nunca sabré
pero conozco difícilmente

solo es producto de mi pobre difícil imaginación
intentando/logrando salirse de los clichés
saliva de los tópicos ácidos de siempre
que nunca han sonreído por sí mismos a la vida

mujer de 50 años de pantalones justos,
auriculares, gesto desenfadado
como si un ángel
hubiera despertado
y fuera contigo
un ángel tatuado
de recuerdos dichosos
y de gozo
¡nadie podrá nunca arrebatarte la mirada!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo ganas.
Me encanta como escribes.
Soy la amiga de Vero.

alf ölson dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
nuria ruiz de viñaspre dijo...

Estás bien jodido si de niño te gustó viajar en metro

te he encontrado por este poema que leíste el otro día.

Un gusto

Espero que volvamos a vernos

alf ölson dijo...

¡Pues sí! El poema lo escribí por eso. Tenía siete años cuando vine por primera vez a Madrid y lo que más me gustó fue subir y bajar por las escaleras mecánicas. El miércoles vi a una niña de esa edad haciendo lo mismo que yo años ha.
Subía y bajaba y volvía a subir solo por el placer de subir y bajar por las escaleras mecánicas... mientras, su padre, la iba siguiendo. Preferí no fijarme en la cara que él estaba poniendo, tanto subir y bajar. En fin.
Gracias por tu visita.
Un gran abrazo.
Nos vemos.