martes, febrero 09, 2010

La sed

Otra vez venía del curro y con una sed enorme. Cansado y con sed. La calle estaba negra porque Ibertrola nos ha dejado sin luz. Nos arrastrábamos como hormigas, como bultos, como seres-volumen y atrapábamos más oscuridad. Nos comíamos la oscuridad porque caminabámos despacito. Una viejecita estaba delante de mí y la veía y pensaba por qué se movía tan despacito entre las sombras...
Pasé junto a mi chino. Habían colocado unas velas en el mostrador. Está precioso así pero pasó de largo. Pero alguien me dice algo en ese algo que hemos acordado todos en llamar conciencia... "que qué...". Quiero entrar en ese templo, así que me doy media vuelta. Le pido un par de latas y nada más entrar uno de sus tres o cuatro hijos sale disparado por la puerta mientras su padre me atiende. Mientras me cobra lo agarra en el umbral. ¿Rembrandt, hijodeputa dónde estás ahora para inmortalizar con tu ojo fotográfico este momento?
Pago, marcho. Subo por las escaleras del edificio. Me encuentro con una vecina que tiene en una de sus manos una linterna y en la otra una vela. ¡Qué mal envejecen las películas de suspense! Pero en cambio voy con el móvil iluminando como si fuera la placa luminosa de un madero blade runner.
Sí, un pequeño fallo en nuestro progreso y todo el mundo se echa al rellano, a la escalera... Entro en casa y voy buscando velas. Y también pienso en la nevera. Soy así. Una, dos, tres, un velón... ¡genial!, y al acercarme a buscar otra vela en el pasillo de entrada oigo a los vecinos cómo se alegran porque la luz ha vuelto. ¡Pues a mí me gustaba más así!, grito. Abro la puerta que da al patio de luces y lo repito, y me descojono. Me gustaba más así. Velas en el salón, velas por toda la casa. Me bebo las latas. Se acaban. Voy a por más. Me dura la sed, persiste, como las ganas de fumar. 
Y ahora pienso qué estupidez haber escrito todo esto, para qué me pregunto. Para qué escribir sobre la soledad de este modo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, es que hace sed estos días!
noe

alf ölson dijo...

... y como se suele decir "a la sed des ala"