jueves, febrero 25, 2010


llovía ayer por la tarde

Lluvia que se lleva incluso los poemas que se desdibuja con el agua que me cala hasta los huesos a pesar de que es buena que es impermeable una hora y media con la gorra calada junto a la libreta en el bolsillo interior donde apunto los ruidos que de vez en cuando se me ocurren se ha corrido la tinta pilot rojo hv5tecnopoint que es un gusto como si en él hubiera desplegado sus labios carmín la Diosa de la lluvia se hubiera licuado su rabia, el menstruo de la diosa que nos acercará a todos la primavera... los zapatos agua, los pantalones agua, la camisa, el pañuelo, los calzoncillos agua y cómo el agua caía por delante de mí una fina película, el rebrillar de las anchas baldosas grises que deben a la lluvia y a su clarear la luz que muestran, y cómo comienza a jarrear por momentos y por momentos cambio el paso y me adapto a la música al tema que ponen en la radio que llore mi alma el baile que ahora ejecuto en mi cabeza.

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