Me giro y veo que aún queda un rastro de luz tras las ventanas.
Ha cambiado el día. Toda la mañana lloviendo.
He recibido una foto de Óscar quien estará el domingo en el Tren Vertical.
Hacía poco me había cortado el pelo. Aparecemos en un bar de Malasaña.
Hay un quinto rostro, el del indio Gerónimo, dibujado en la pared del fondo... aquel que desafió a todo un ejército. El ahora ejército más poderoso del mundo.
Ayer hicimos una presentación más de T.E.
Había unas cuantas personas que estaban allí, tomándose un café, comiendo, o simplemente estudiando, y que no conocíamos.
Montamos las cosas y ahí que nos lanzamos.
Lo que más me gustó, si pudiera hacer una excepción a la enorme simpatía de Richar y de Marta, fue cómo al final del acto vinieron estas personas a las que no conocíamos de nada a felicitarnos por el buen trabajo que habíamos hecho allí. Sí, habían disfrutado.
En fin, maravilloso sitio el Entrelíneas Bar.
1 comentario:
chapeau, alf, escribes, para mi gusto, cada día con más estilo propio tío.
Publicar un comentario