noctívagos revista

DESVIACIONES Y ROTONDAS, miércoles 1 de septiembre a las 21 h, en el Badulake, calle Salitre 30
con Nares Montero, Teresa Macià, Jorge Coco Serrano, Raúl Arroyo, Nacho Miranda, José Gonzalo, Iván García, Carlos Salvador y Antonio Gabriel

Todo acaba y todo empieza. Un continuo. La esfera es la figura que más se repite en el Universo -o por lo menos de esto me acuerdo así. La rotonda, en otro orden de cosas, es ocupada, por lo general, por una enorme y aparente escultura, es lugar de giro de cientos de coches y cientos y coches que continuamente riegan como un torrente sanguíneo la ciudad-máquina, la ciudad construida en el matrimonio entre el cemento y la máquina. Corpúsculos de luz,   corpúsculos y hematocritos, sangrantes y así, cada vez, cada vez, cadáver más-menos desangrado. Corpúsculos con sus escrúpulos, es decir, con sus chinas en el camino y ¡cuidado!, amigo conductor que el coche al girar de forma excéntrica no derrape y acabes como monumento de la misma y de la impericia a la hora de sortear tamaño invento "tourdefrancia" (aunque según me ha chivado el wikipedia que la primera construida fue en Letchworth) que veíamos cuando éramos aún jóvenes imberbes.
¡Loor a la máquina y su cuerpo, al asfalto y su extensión, albricias que hemos conseguido aparcar sin apenas vueltas y vueltas...! -aunque esto, creo, se acabó con las zonas azules que son tristes pero alegres para aquel coche-cárcel, para aquellos presidiarios-ciudadanos, libres ahora pueden escuchar sus piernas, digo, estirar sus piernas.
En esta ciudad hay una rotonda con la representación, o eso se pretende, de dos enormes plantas gamones, a unos 500 metros de aquí.. En la Avda. RR. CC.  hay dos cilindros inclinados compuestos de colores al modo Piet Mondrian. En las afueras de Madrid, en los satélites-ciudad, en las ciudades-dormitorio habitan cientos de rotondas, con sus desviaciones con sus miles de caminos.
Ponga en el mar una rotonda. No, digo, una baliza.
Lo que da una rotonda... por ejemplo, la escena de aquella película en la que todos giran y giran en aquella cárcel turca en un sentido, continuamente, durante horas, caminando... claro, que eso no es una rotonda. Ustedes disculpen.