sábado, diciembre 18, 2010

Oh, Captain, my Captain... nunca llegué a conocerte mi querido Beefheart.

Descansa en paz después de haber sido un gran rebelde, generoso, vital, pintorazo enorme, pero sobre todo particularmente a mí me gusta esto de iconoclasta, iconoclasta, iconoclasta.

(Ayer mismo Fernando, en su librería Bajo el Volcán, nos contó una anécdota de la película Alta Fidelidad en la que aparecía por medio el inclasificable Captain Beefheart con uno de sus discos. La anécdota se motivó por la entrada de una chica preguntando por cedés ("¿tenéis cedés?"). Fer le respondió que no (ella miró tímidamente a su alrededor un poco para comprobar si era cierto... obvio, Fer solo vende vinilos). Cuando la chiquilia se marchó yo le insinué a Fer que podía ponerse como aquellos libreros que se les lleva el diablo con preguntas que a ellos les parecen absurdas (y seguramente que el 99% lo son). Luego, un par de horas más tarde Mario me contó, cuando visitaba su bar, otra anecdotilla en la cual un hombre le preguntó a su pareja, que trabajaba en la librería de un museo de arte contemporáneo, si tenían Guernicas pero en color... (!!!!!).
Vuelvo a poner el vídeo que puse ya hace nosécuántotiempo en este blog ruidoso... Ice Cream for Crow).

No hay comentarios: