jueves, noviembre 24, 2011

Votar

La gente NO me pregunta: "¡Oye, tú!, ¿por qué no votaste el 20N?"
Esos tipos de ahí, la mujer de la tienda minúscula en el pasillo del metrodemadridinforma, el muchacho que pide 50 cts en la salida, el kioskero de gafas frente a mi lugar de trabajo, los operarios que recogen durante la madrugada una vez más las sábanas donde se anuncia el eslógan del nuevo ganador, el borracho que grita incombustible a las cuatro de la mañana camino a su casa vacía, el padre y la madre que se desviven por su  familia, para que no les echen de su casa en La Elipa y que piensan en asaltar el supermercado que hay dos manzanas más abajo... da igual que no me lo pregunten. Lo sé.
Ellos lo saben también, y aunque no lo sepan. Lo saben.
No voté porque estoy harto de que se empeñen tanto en que se vote. Siempre con tanto exagerado ahínco. Eso siempre me molesta, me inquieta. ¿Vivís de mi voto? Currároslo. Si, habéis oído bien. 
No voté porque siempre existe una buena razón para votar, la mejor razón o la más imperiosa. La insoslayable razón. Una razón por la cual siempre vas a perder tú y ganar la Democracia. Y yo no quiero que gane la Democracia, quiero que gane el Pueblo, y por extensión los pueblos. Me da igual la democracia, no me dan igual las personas. Porque existe una razón por la que votar es cívico, ciudadano, responsable, maduro, acorde con los tiempos o porque, sencillamente, puede ganar la derecha, o por el voto útil.
No voté porque la democracia en este país no es lo suficientemente fuerte. Nunca lo ha sido. Si se diera una abstención fuerte, una abstención altísima tanta como para repetir las elecciones, sería fortalecer la democracia aún más. Niégala y se hará más fuerte. ¡Quítale a Papá su juguete! ¿Qué es lo que dice Papá? ¿Qué es lo que ha dicho?
No voté porque no quiero justificar a los que no nos representan, a los que se han convertido en una élite, a los que no son Pueblo, a los que, por lo general, se procuran siempre lo mejor para ellos, a los que piensan por demasiados, a los que ya sabemos con quienes están porque con quienes están son los mismos que subvencionan sus campañas, sus discursos, sus palabras. Palabras subvencionadas, ¿no es ese uno de los mayores riesgos? ¿No es un riesgo que incluso sus pensamientos partan ya, se fabriquen contando con las subvenciones? 
No voté porque no me considero un burgués (el que lo sea o no, es otro cantar), un burgués que necesita que alguien lo gobierne, le proteja, le asegure, le calme, le dé esperanza, le proporcione los argumentos suficientes como para decirle que no pasará nada, tranquilo, estamos en el Primer Mundo, tu paz y tu pan están asegurados.
Tal vez no voté, también y por tanto, porque no soy padre de familia, no tengo que procurar una seguridad a mi familia y porque puedo desaparecer tranquilamente; sea yo en este caso, y en los otros, un ser humano, no un voto. Tal vez sea egoísta y si lo soy, ¿qué?
No voté porque pienso en no votar, porque lo pienso y escribo esto: No, así no. Nunca.

No hay comentarios: