domingo, enero 15, 2012

Flexiones, Reflexiones e Inflexiones sin genuflexiones

Esta tarde, a eso de las seis y media, he pasado por la Puerta del Sol. Lo que se dice paseando, poniendo un pie y luego tras otro con cierta tranquilidad, más bien parsimonia.
Empezaba a lloviznar, el agua caía como si hubiera un gigantesco humidificador sobre nuestras cabezas y la peña empezaba a sacar sus paragüas ante ese pequeñito pánico producido por este fenómeno meteorológico generalizado como cuchillas de afeitar o si de un ojo burro un buñuel de barbero la navaja. Me dan miedo los paraguas. No puedes embestirlos.
Pues al llegar, he visto como se había parapetado la policía con sus furgonetas en el lugar donde tienen lugar las asambleas, un grupo de personas se reunían en torno al caballo y pululaban alrededor de unos carteles que hacían referencia a los eslóganes conocidos del 15M. Había, a unos pocos metros otro grupo de señores uniformados que responden al nombre de policías y que observaban a las personas que se encontraban en torno al caballo, imagino que controlando sus movimientos. En la calle Carretas había otro número de furgonetas... en fin, todo muy seguro pero sospechoso. Parecía que estaban avisados de algo, digo las fuerzas de seguridad, y que yo desconozco. Ayer me contaron algo sobre una convocatoria en las redes sociales pero como últimamente estoy descolgado del féisbus pues lo ignoro.
Ayer por la tarde estuve charlando con Cynthia Rimsky que acababa de llegar a Madrid desde Santiago de Chile para presentar su libro Ramal. Fue todo muy casual. Mis queridos amigos Alberto y Vero esperaban a una persona a la que iban a acoger en su casa pero no sabían cuándo iba a llegar, ni tampoco quién era. Así que cuando ya terminábamos de comer apareció Cynthia y la conversación surgió natural y muy agradable. Es increíble la naturalidad de Cynthia. Parecía que nos conociéramos de toda la vida por su enorme sencillez y claridad. Nos contó lo que iba a hacer en Madrid y luego que marchaba a Zaragoza y a Barcelona porque Fondo de Cultura Económica le había preparado una serie de encuentros por España y en Lisboa.
Hablamos de la crisis, tema que salió, lógico, y de cómo ellos la sufrieron en los años 80 pero con un señor muy querido por la Dama de Hierro, Pinochet.  Decía Naomi Klein en una conferencia (que se puede encontrar en youtube) que Margaret hizo la "reconversión"  sin una dictadura y cuando necesitó un empujoncito patriótico se metió en las Malvinas (no como imaginaba Milton Friedman, el economista que, seguidor de Keynes, abogaba por desmontar la sociedad de protección social que se dio en Europa y en otros países americanos, tras la II Guerra Mundial, para dar paso al libre mercado) Pinochet la apoyó a Maggie en esa guerra, por supuesto. Los que dinamitaron el sistema de las ayudas sociales, la sanidad y la educación pública se aliaban (Videla hizo lo mismo en Argentina) y así Cynthia nos contaba, entre otras cosas, cómo eso de los contratos con derecho a paro o con indemnización o la cotización para la jubilación no existían. Se reía porque para ella lo que aún tenemos nosotros es algo para los chilenos impensable. El chileno se busca la vida, el trabajador está siempre buscándose las castañas y si no tienes dinero para pagarte un médico pues ya sabes, haber nacido rico.  Sí, todo aquello no existía ya que había sido desmantelado... y supongo que como viene ocurriendo aquí para con los amiguitos o a los que ofrecen un puestecito directivo importante después de haber pasado por la política.  En fin que esto va, para unos cuantos, viento en popa.
Supongo para ese 1%.
También hablamos de que contra Pinochet se vivía mejor, como aquí contra Franco. Se tenía un enemigo común, era un solo individuo pero aquí son los mercados e incluso más o menos también nuestra propia mentalidad, nuestra capacidad de solidaridad, de organización para decir "no" a aquellos que siempre nos venden la moto de que podemos ser millonarios sin dar un palo al agua, cambiando de coche cada cuatro años, pedir créditos para comprarnos una casa, irnos de vacaciones y renovar la caseta del perro... nos pusieron el caramelito ante la jeta y ahora nos lo han quitado. Y encima suben los precios de los alimentos, nos bajan el sueldo y nos echan a patadas de una casa que vamos a seguir pagando. Se lo han montado de puta madre, ¿a que sí? Te venden el elixir de la eterna juventud y te han jodido el hígado de por vida y encima le tienes que seguir pagando porque te metiste en el negocio con el tahúr que te vendió dicho brebaje.
En fin. Seguimos hablando por supuesto de Walter Benjamin, de Sebald o El Paseo de Walser. Por supuesto, seguimos hablando de literatura, de vida, de viajes y de lo hermoso que es mirar, observar, escribir por escribir, por descubrir al otro.
Sí, por lo menos llueve un poco.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Disculpa, Friedman y Keynes mantenían posturas opuestas en cuanto a la "libertad"/"regulación" de los mercados.

Anónimo dijo...

La economía que produzca esplendor en los rizomas gana, gentil Alf.

Jls

pd: al hoyo 19 el club de los economistas muertos y los emigrantes al bollo.

alf ölson dijo...

Sí, Anónimo o Anónima, así es. Tiene razón en ese punto, tal vez el término "seguidor" no sea el más adecuado o el más preciso cuando se ha de matar al padre.

Querido Jls: ¿acabarán las ovejas tecnológicas con los emigrantes eléctricos?