lunes, abril 09, 2012

Günter Grass, Lo que hay que decir

Tengo que admitir que la última parte deba ser la que más repique, la que más deba oírse pues es un canto a la responsabilidad total y creo que de la manera más franca posible, y que es ciertamente esperanzadora y que no supone crítica alguna hacia Israel, sino a todos (y sobre todo en estos momentos en los que parece según teribles rumores, que Israel y EE UU atacarán a Irán el próximo año, aparte de la alianza entre Rusia, Siria, Venezuela y China, entre otros) como para declararle persona non grata, pero no me voy a meter yo en semejantes declaraciones...

(...)
¿Por qué he callado hasta ahora?
Porque creía que mi origen,
marcado por un estigma imborrable,
me prohibía atribuir ese hecho, como evidente,
al país de Israel, al que estoy unido
y quiero seguir estándolo.
¿Por qué solo ahora lo digo,
envejecido y con mi última tinta:
Israel, potencia nuclear, pone en peligro
una paz mundial ya de por sí quebradiza?
Porque hay que decir
lo que mañana podría ser demasiado tarde,
y porque —suficientemente incriminados como alemanes—
podríamos ser cómplices de un crimen
que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa
no podría extinguirse
con ninguna de las excusas habituales.
Lo admito: no sigo callando
porque estoy harto
de la hipocresía de Occidente; cabe esperar además
que muchos se liberen del silencio, exijan
al causante de ese peligro visible que renuncie
al uso de la fuerza e insistan también
en que los gobiernos de ambos países permitan
el control permanente y sin trabas
por una instancia internacional
del potencial nuclear israelí
y de las instalaciones nucleares iraníes.
Solo así podremos ayudar a todos, israelíes y palestinos,
más aún, a todos los seres humanos que en esa región
ocupada por la demencia
viven enemistados codo con codo,
odiándose mutuamente,
y en definitiva también ayudarnos.

(El texto completo AQUÍ)
(Y para ser aún más ruidosos o por ser o querer ser más ecuánimes, e incluso contra mis propias palabras arriba escritas, la crítica de Adolfo García Ortega, desgranando el poema y que tilda a Günter Grass de exhibicionista y de preparar una cortina de humo más con este texto, entre otras cosas... AQUÍ)

No hay comentarios: