domingo, abril 15, 2012

Heinrich Heine, Relatos

No me gusta que la gente hable de los judíos como si fuera un bloque monolítico que fuera culpable de casi todo lo malo, lo inmoral, que ocurre en la economía, o de la usura, ¡qué manera de decir que la codicia de los demás no participa también del problema.. qué manera de escurrir el bulto, que el culpable sea el otro y si pertenece a un grupo, mucho mejor...!

"En el año 1240, el populacho desbocado había causado entre ellos un gran baño de sangre, lo que se llamó la primera matanza de los judíos, y en el año l349, cuando los flagelantes en sus correrías incendiaron la ciudad y acusaron del hecho a los judíos, la mayor parte de ellos fue asesinada por el pueblo enardecido o encontró la muerte entre las llamadas de sus propias casas, en lo que se llamó la segunda matanza de los judíos. 
Posteriormente se amenazó a menudo a los judíos con matanzas  similares,  y en los desórdenes internos de Frankfurt, especialmente en una disputa del ayuntamiento con los gremios, el populacho cristiano estuvo con frecuencia a punto de asaltar la judería. Ésta tenía dos puertas, que en las festividades católicas se cerraban por fuera y en las judías por dentro, y ante cada puerta había una garita con soldados de la ciudad."(p. 265)


Otro texto más...

-¡Mira, bella Sara -dijo suspirando- cuán mal guardado está Israel! ¡Falsos amigos cuidan sus puertas desde fuera, y dentro sus guardianes son la locura y el miedo!  (p. 272)



H. Heine, Relatos. Madrid. Cátedra, 1992. Edición de Ana Pérez y Carlos Fortea.

(El texto pertenece al cuento El rabino de Bacherach)

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