jueves, agosto 30, 2012

Cuaderno de Cuenca (VI)

Enfrentados
(a unos bebés gemelos en la terraza del Caserío "me fío")


No se enteran de nada estos gigantes.

No se enteran.

Dibujan con sus labios un beso,
pero nada, no se enteran.

Los resguardan continuamente sus ancestros
en lugares enfrentados.

No se enteran. Sí, no se enteran. Sobreviven,
porque procuran haber nacido
con el ánimo perezoso de ser alimentados.

No hay comentarios: