martes, agosto 13, 2013

Aquí allá

Aquí, detrás, sí.
Hay.
Pero delante, también.
Los vanos, negros. La pared
blanca, al fondo. El reflejo
de mí en el cristal. El ruido de
una moto. El sonido continuo
de la radio : un programa
de música electroacústica .
Aquí. Allá. Bien. Comen-
cemos de nuevo. Sin
mechero, no fumas. Por
ejemplo. Escribes, ¿sí?
Al otro lado, atrás. Más
habitaciones vacías. Vacío.
Apenas un colchón y un par
de somieres. Vacío. Y el
brillante acopio de sílabas
para naturalizarlo o norma-
lizarlo todo. Suficiente.
Como respira el silencio, o
palpita. Nadie podrá deciros
que nunca llegamos a estar aquí.
Que nunca nos asomamos. Ni
cerramos ni abrimos puertas. Ni
estuvimos solos, ni tuvimos
miedo a la soledad ni de la
nuestra ni de la de los demás (no
queremos verte así, me
gustaría que descansaras, que
limpiaras tu necesidad de ser
por miedo de perderte de
nuevo. Llévame y tráeme.
Baila y esconde tu rostro
bajo tu mano. No te
avergüences de cómo te
miro. Me sorprendes, me
entretiene tu conversación,
tu continuo palabreo,
la capacidad para soslayar el
vacío. Reímos, nos miramos
estamos aquí. ¿Nos queremos?
Estamos aquí. Repito: Esta-
mos aquí.

1 comentario:

SATSUMA dijo...

Mediodía-melodía-me-dolía... (loop) he leído su poema como diez veces seguidas, y me he quedao pillada (bueno, esto no es tan raro :)

Abrazos