viernes, noviembre 08, 2013

Ruidos

Mirad. Ahí. Es el tipo. Un personaje que ha decidido unas cuantas cosas. Por ejemplo, no casarse, vivir en casa solo, escribir de vez en cuando y cuando surge, beber de manera aleatoria, es decir, por ejemplo, hoy. ¿Amar? Sí, fue ayer, siempre ayer, si ama hoy, se calla. Confiar en los dioses de la farmacopea, de vez en cuando, hasta que descubre que sus delirios son únicamente suyos. ¿Hijos?, por favor, por quién le tomas. Acercarse a las iglesias y a las catedrales para confesar sus silencios y sus dolores. ¡Nunca confesarse! Negar, negar o afirmar. Y en el entretiempo del trabajo, escribir. ¿Para qué? Supone que una noche en un pueblo de Burgos su prima le pregunte "¿Qué tal el libro?". Y se responda, entre amables platos, muy amable compañía: "Bien" y se sorprenda gratamente y para siempre.

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