domingo, enero 19, 2014

Savater

Escucho y veo en la TV a Savater. Me quedo con dos cosas o con tres. Primero, reconoce que poco ha seguido lo que ha pasado en el barrio de Gamonal, y por supuesto su rechazo a la violencia. Debo decir que la violencia institucional siempre hace más daño que la violencia callejera. Durante los dos últimos meses se habían producido manifestaciones en contra del bulevar sin ningún resultado. El alcalde no se quiso reunir con los vecinos, es más, creo que ofrecía una cierta sensación de desprecio. Luego ha venido la ruptura de la paz social, y todo se moviliza. Es una pena pero es así. La plataforma en cuestión "Bulevar, por ahora no" (si mal no recuerdo), se disolvió una vez aparecieron los disturbios porque habían fracasado en su cometido que no era otro que llevar sus quejas al alcalde. Reconocieron su fracaso. Esto es así.
Segundo, habla que en la antigua Grecia el "apolítico", es decir, el que decía que pasaba de la política, tenía un nombre: "idiota", el que se preocupa de sí mismo, única y exclusivamente. De ahí tambíén "idiosincrasia", como el propio Savater ha subrayado después. Ayer, en el bar, llamé a aquellas personas, que aun teniendo el polvorín de la calle abajo se niegan a tomar partido y no están imposibilitados de alguna manera, idiotas. A lo que un amigo me soltó el típico "¡Hala!". Hablábamos con muy buen rollo con lo que pensé que me había pasado (creo que todo el mundo tiene derecho a hacer lo que le dé la gana) pero, qué casualidad, que escuchando a Savater, y por mi ignorancia de la etimología de dicha palabra, no me he equivocado.
Y tres, no me creo que se "divirtiera" o que se sintiera joven como en sus tiempos antifranquistas. Un día, cuando yo aún estaba en la facultad, me comentó un amigo que se había cruzado con Savater (esto es, cuando ya impartía sus clases en Madrid) y que al entrar en una clase le miró con un cierto miedo o desasosiego pensando que mi amigo era un terrorista o alguien que fuera a atentar contra su vida. No me he creído lo de Savater, así es. El miedo en un adulto no es tan asimilable o inocuo como en un joven.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bajé a la pista de baile del Club Nocturno "MEMES", los carrozas llevaban la pancarta que rezaba "la aurora de NY tiene una gota de sangre de marinero" y los veinteañeros iban detrás. Apotegma de que el tiempo oro, vendo oro, compro, desde los tiempos de Franklin. El franklismo estaba en contra del baile porque incitaba a la relajación de las costumbres. Censuraban besos. Aún en los 80´s fui amonestado en lugares públicos mogollón de veces. Una vez hasta por besarme a mí mismo en un bar de Usera. (Beso con idiosincrasia). Hasta escribí un inventario de besos. A lo que iba: iba a por uvas. Los memes bailan desde aquel extraño viaje. Me declaro amanecista. Fui disfrazado de Maruja Mallo. El hijo de Savater iba disfrazado de cultura de la transición. Miedo, lo que se dice miedo, miedo al terrorismo estatal, se transmite meméticamente. Pero no voy a contar ahora las batallitas de la objeción de conciencia. Libré a tres amigos de la mili. Se hicieron hombres de otra forma. Los más prudentes abandonan el juego de información incompleta y suma cero a medida que encanecen sobre arenas movedizas. Voy a rodar dentro del palacio de cristal mi próxima película a tocateja.Instrucción catódica: guarde un silencio interesado en equilibrio irracional de sumisión a los mercados hasta que llegue el hedor. Tomar la tele de referencia es de... doctor en Alaska, no? saludos desde el perigeo. jls

alf ölson dijo...

Maruja Mallo pero en la playa, vestida/parapetada de algas como una monstrua efervescente de creatividad y abandono por parte de los suyos que fueron muy suyos en su generación 27 tiempos en los que no existían ni las mujeres por lo que se deduce del artistismo de aquellos años. Gracias, como siempre Jls.