En 1939, Witold Gombrowicz, escritor polaco, llega a Argentina. Va a
dictar una conferencia y planea quedarse un máximo dos semanas. En ese par
de semanas, Hitler invade Polonia y los quince días que tenía pensado
quedarse se le convierten en 24 años. Tratando de superar la
miseria en la que llega a vivir, escribe artículos para varios
periódicos y revistas de la ciudad. A veces da conferencias. No es mucho ni bien pagado ya que le toca rebuscarse sus oportunidades en los
arrabales de la movida cultural dominante que, por aquel entonces, tenía
como eje al grupo de intelectuales que colaboraban con la revista Sur,
dirigida por Victoria Ocampo y del cual hacía parte J L Borges, con
quienes no se llevaba nada bien. El 29 de agosto de 1947 dicta una de
esas pocas conferencias, Contra la poesía, en la librería Fray Mocho. El texto de la misma permanecerá inédito hasta 1951, cuando Kultura, una revista polaca editada en París, lo publica bajo el título de Contra los poetas: "A veces me gustaría mandar a todos los escritores del mundo
al extranjero, fuera de su propio idioma y fuera de todo ornamento y
filigranas verbales, para comprobar qué quedará de ellos entonces.
Cuando uno carece de medios para realizar un estudio sutil, bien
enlazado verbalmente, sobre, por ejemplo, las rutas de la poesía
moderna, empieza a meditar acerca de esas cosas de modo más sencillo,
casi elemental (...) No cabe duda de la tesis de esta nota: que los versos no
gustan a casi nadie y que el mundo de la poesía versificada es un mundo
ficticio y falsificado, parecerá desesperadamente infantil (...) Me cansa el canto monótono de esos versos, siempre elevado,
me adormecen el ritmo y la rima, me extraña dentro del vocabulario
poético cierta "pobreza dentro de la nobleza" (rosas, amor, noche,
lirios), y a veces sospecho que todo ese modo de expresión y todo el
grupo social que a él se dedica padecen de algún defecto básico. (...) El primordial fenómeno de que con la máquina del verbo
poético ha ocurrido lo mismo que con todas las demás máquinas, pues en
vez de servir a su dueño se ha convertido en un fin en sí; (...) hay que parar por un momento la producción cultural para
ver si lo que producimos tiene todavía alguna vinculación con nosotros. (...) La primera consecuencia del aislamiento social de los poetas
es que en el mundo poético todo se hincha, y aún los creadores
mediocres llegan a adquirir dimensiones apocalípticas y, por el mismo
motivo, los problemas de poca monta cobran una trascendencia que asusta. Hace tiempo hubo entre los poetas una gran polémica sobre la
famosa cuestión de las asonancias y parecía que la suerte del universo
dependía del hecho de si es posible rimar "espesura" y "susurran". Es lo
que sucede cuando el espíritu gremial domina al universal. (...) La segunda consecuencia es aún más desagradable: el poeta no sabe defenderse de sus enemigos. (...)
Cuanto más aumenta el número de personas que ponen en duda
el valor de los poemas y faltan el respeto al culto, tanto más delicada y
cercana al ridículo se vuelve la actitud del vate. Mas, por otra parte,
crece también el número de los poetas y a todos los excesos de la
poesía ya enumerados hay que añadir el exceso de bardos y el exceso de
versos. (...) Los poetas siguen agarrándose febrilmente a una autoridad que no tienen y embriagándose a sí mismos con la ilusión del poder. (...) No se les ocurre pensar que en un recital poético es casi
imposible asimilar un verso (porque no basta escuchar un verso moderno
una sola vez para entenderlo), que miles de libros se compran para no
ser leídos nunca, que los que escriben en los periódicos sobre poesía
son poetas y que los pueblos admiran sus poetas porque necesitan mitos. (...) No se les ocurre pensar que en un recital poético es casi imposible asimilar un verso (porque no basta escuchar un verso moderno una sola vez para entenderlo), que miles de libros se compran para no ser leídos nunca, que los que escriben en los periódicos sobre poesía son poetas y que los pueblos admiran sus poetas porque necesitan mitos. No se dan cuenta que si las escuelas no enseñasen a los niños el culto de los poetas en sus tristes y tan formales clases de idioma nacional y si este culto no se mantuviera todavía por inercia entre los adultos nadie, fuera de unos pocos aficionados, se interesaría en ellos."
(mas info en http://blogs.eltiempo.com/los-impresentables/2015/06/28/contra-los-poetas-contra-la-poesia/)
(La conferencia completa de Gombrowicz: http://depeupleur.blogspot.com.es/2008/04/contra-los-poetas-witold-gombrowicz.html)
(La imagen es de https://hombreaproximativo.wordpress.com/2014/10/28/rimbaud-por-thomas-bernhard/)
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