miércoles, julio 06, 2016

No quiero ser una naranja

El error está en pensar en el ser humano como si lo definiera un libro de autoayuda, lo rodeara, le diera un apreciable, riguroso y concreto significado. Le colocara una hermosa cubierta, a ser posible brillante y con las letras en relieve lo que le da seguridad, prestancia, volumen a cada una de las palabras que se encuentran en sus tripas.
La singularidad del ser humano, ahí se encuentra el quid de la cuestión, esa es la piedra angular de una sociedad que ciertamente se ha nutrido por este tipo de personas que aparentemente nada tenían, o aparentemente casi nada tenían que ver con el contenido que les soportaba. La inasequible diferencia, lo único como respaldo y proyectil de un todo humano que se mueve, se conmueve, agita y convulsiona para mostrar la realidad de cada persona. En cambio, el afán misterioso, pero constante, es normalizar, armonizar a todos los sujetos como un todo seleccionado, como cuando el distribuidor de naranjas le exige al agricultor un determinado calibre.
No soy una naranja,
Por supuesto que no, pero hazme el favor... empieza a pensar que eres una naranja porque así serás más feliz,
No, pero yo no soy una naranja, ¿ves? ni siquiera tengo una forma redonda, un color definido y uniforme por todo el cuerpo, ni el aspecto ciertamente rugoso, ni he nacido de un árbol, todo lo más te puedo decir que nací en Valencia, pero en el huerto de mis padres nunca creció ni una sola naranja...
Ya, ¿pero no te das cuenta de lo fácil que sería para todos que eligieras ser una naranja? Debemos ser cada uno de nosotros parte de este huerto hermoso,
Ya, pero no soy una naranja,
¿Querrías ser un tomate, un limón, una lechuga? Hay mucho para escoger.
¿Qué?
Sí, hay multitud de frutas, verduras... o deseas un poco más de exotismo, algo de fuerza, de peso, no sé... ¿un mango? Si no quieres ser una naranja, podrías ser un mango o una papaya, pero lo cierto es que deberías cultivarte tú, con tu esfuerzo, con tu sacrificio...
Ya, pero creo que no me has entendido, no me has entendido en absoluto. Si te digo que no quiero ser una naranja es que NO QUIERO SER UNA NARANJA.




No hay comentarios: