miércoles, diciembre 19, 2018

Insectos

Algún  que otro pelo de mi mano
me recuerda a la diminuta pata de un insecto.
Filamentos disparados, diminutas
hebras que surgen a los lados.
No sé por qué me da en pensar
que si llegara una civilización extraterrestre
pensaría exactamente eso de nosotros:
<<¡Bah!, insectos... ¡y cómo se decoran!>>.
¿Verían como juegos las matemáticas,
a Bach como sentimos la chicharra,
o al grillo por la noche?
No sé por qué pienso en Houllebecq
y en un escarabajo pelotero.
No sé por qué pienso en esa mierda de patrioterismos
y trapos de colores, todo ese rollo de reyes
y ladronzuelos avispados con algo de suerte
que supieron encontrar la manera de llegar a la bosta
del poder y a la vaca o al animal que la expele.
<<¡Bah!, insectos..., y observa: ¡qué ciegos!,
ni siquiera llegan a la categoría de una abeja.
Ajaron finalmente la rosa que nutria su codicia>>.

No hay comentarios: