sábado, abril 13, 2019

La Ley Mordaza y los Hermanos Grimm, o cómo acabar con la música


Francamente, de verdad, el que en este país exista una ley como la Ley Mordaza, una ley que coarte la libertad de expresión, no hace otra cosa que transmitir que este es un pueblo muy vulnerable, muy débil porque reafirma y construye una evidente falta de Cultura y de Educación.

Es decir, lo que nos hace ver es que hemos dejado, nos hemos quitado de un plumazo con una ley, con pereza y desidia, el sentido crítico y también la capacidad de ver y abandonar esa experiencia encarnada que necesita un pueblo para construirse.

Entiendo que el pueblo alemán decida prohibir actos y exhibiciones nazis pues esta ideología destruyó su sociedad, sus valores... su propio cuerpo, no hablo de instituciones, hablo de que cada uno de los ciudadanos comprobó, con el mayor de los pasmos, cómo un monstruo los condujo al vacío.

Los Hermanos Grimm tuvieron que removerse en sus tumbas cuando su flautista (si se me permite el símil) se había encarnado en un hipnotizador de masas.

Para eso existe la literatura, la Poesía, para saber cómo de vasta es nuestra debilidad, pero no por eso acabamos con las flautas y mucho menos, con la música.

¿O no?

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