no voy a decir por qué escribo hoy sobre Antonio Pérez, pero es de razón aclarar que es una de las personas a las que más admiro por su dedicación a la vida, al humor, y a la belleza del saber mirar y saber hacerse unas buenas risas mentales con ello. Ya sea un "michelín" (o un bibendum en sus años mozos) un viento congelado en una zarza o entre unos sarmientos o por sus "objetos encontrados"... tambien ando releyendo a Burroughs (que aún todavía sin embargo sí) no sé ni cómo se pronuncia su nombre pero creo que el Niño Subliminal me acogerá como un candidato a seguir descubriendo esta prosa tan delirante pero tan rica... una mente creando nuevas conexiones y un toque de atención importante ante aquellos que roban nuestras poderosas mentes y nuestras hermosas energías, extraterrestres hijosdeputa que gobiernan nuestro pequeño y delicado mundo vamos a por vosotros...
(esta tarde el señor Quinientos viene a repararme el portátil o por lo menos eso intentaremos hacer...)
FIN DE LA COMUNICACIÓN
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