Como no podía ser menos, lo hará en La Huelga, un barecito cómodo y dispuesto siempre a la palabra y a la conspiración, que falta sigue haciendo. Un libro con una voz muy personal, arriesgada y valiente. Un libro con una potencia plástica donde la palabra es la verdadera protagonista, de un alto voltaje de precisión que bebe directamente de la cadencia, los silencios, el desumbramiento de las imágenes de Chantal Maillard (aunque, particularmente a mí, siempre me trae a la memoria, un Francisco Pino o un Justo Alejo).
Aquí os dejo una pequeña muestra de su obra para que vayáis hacieno boca, os animéis a pasar y compréis el libro...
una hebra de luz/ costura la herida. que el tiempo/ no * pulo mis huesos hasta hacerme aguja. desmadeja mi esqueleto .
sentada frente a mí. el hilo gira sin mirarme: la rueca se lleva dentro * piel papel usado. cubierta con palabras de vidrio. aguardo que mi cuerpo prenda. y el aire desanide cicatrices inacabadas .
una aguja de muchos ojos —cose con la fibra que me falta. mi voz —como un ovillo. siniestro es el calor de la madeja .
sacar un pie alargar ………..el brazo trazarse dejando adentro el rostro encontrar ……….hueco donde trasparecer . salir del espejo ……………………de la palabra para hallar la palabra y habitar ……………el espejo
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