
He entresacado un breve texto de la entrada:
"(...) Cuento estos hechos adyacentes también porque no me entra en la cabeza -ni me sigue entrando- que en pleno siglo veintiuno hasta doce policías en la plaza, tres en la estación de Fuenlabrada central y otros varios en calles aledañas y de paisano vigilaran un “ataque psíquico” y se preocuparan tanto por identificarnos y observar qué hacíamos en cada momento. No me entendáis mal: no me molesta, me sorprende. En realidad para mí (y lo digo totalmente en serio) fue un placer y un honor tener a tantos policías de público en una de mis actuaciones. Incluso espero que no sea la última vez. Lo que me deja alucinado es que tal vez, ahora, en una ficha policial de la comisaría, apareceré descrito como “atacante psíquico anticlerical” o algo similar, no sé cuál será el término que reservan a los de mi calaña, aunque me encantaría saberlo, la verdad…"
1 comentario:
gracias por la hospitalidad, un placer compartir poemas y locuras diversas con alfonso y el resto de noctívagos
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