jueves, abril 04, 2019

Camilo XXXIII

Camilo se daba cuenta de que solo la poesía escrita por los muertos era la poesía que realmente le llegaba.
Jugaba  al "Juego de los Clásicos", que es así como él lo llamaba. En un artículo encontraba citas de antiguos y citas de poetas actuales y jugaba. Los leía todos, pero sin recorrer sus nombres. Ahí siempre ganaba. ¿Por su condición de lector desde adolescente de los clásicos?
Cuando la palabra se ha fijado con el tiempo, cuando ha pasado ya innumerables cribas (por debajo de trillas y trillas con duras y afiladas guijas) es el momento en el que la palabra lleva verdad, y ¿qué es la verdad si no aquello que nos empeñamos toda la vida en ocultar incluso para nosotros mismos?

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