noctívagos revista

Sin noticias de Camilo
Lo bueno y lo malo del buen tiempo es que parece que tienes más ganas de todo, que el día no acaba nunca, que las noches son más intensas, que todo el mundo sale, que la primavera llega y los cuerpos se quitan capas y todo el mundo parece sonreír o no... y llegan entonces los actos organizados por colegas a los que hay que acudir porque, sobre todo, te ves, hablas, charloteas, vacilas un poco y te ríes o no, y te regalan los sentidos con lo que hacen o no, o simplemente estás ahí y te diviertes. Por eso viene a colación el que el miércoles estuviera Miguel con sus fotografías en el Travelling Bar (ya ha vendido tres y no es para menos, porque se nota que tiene oficio aunque no salga en "los papeles") y el jueves te presente un amigo junto con otros tantos "locos" de la edición un libro de los 125 poemas del Emperador Meiji, El eco de la cascada, en ediciones Tántalo, traducido a tres idiomas más el japonés. Una delicia de trabajo que les ha ocupado seis ¿largos? años. Es buena y altísma poesía, desde lo sensorial, lo moral (moral, moral, moral), y la capacidad de desentrañar no una sensación sino todo un espíritu, un estar-ahí como diría el filósofo, para verterse en la historia y darle sustancia e interpretación a unos momentos como el paso de un país feudal como era Japón en el siglo XIX a su posterior industralización.
Luego nos fuimos a Burgos con un cuévano lleno de latas de cerveza, buena música inglesa el viernes por la tarde para ver a nuestros amigos Los Needles y Bultacos, buen rock duro que levanta ánimos cansados como el mío para acabar en el mejor chino de la ciudad comiendo unos needles sin los Needles. Y así el sábado de vuelta para caer en las fauces incontrolables de La Aguja (esta vez nadie quiso tirarle al barman una banqueta, no todos los días hay arranques de tarado). Disipación, resaca, descontrol muscular, llamadas a fondo perdido, pérdidas de memoria y vuelta al diario ritmo, hasta el miércoles.
A ver si me compongo algo estas fechas.
Sin noticias de Camilo, creo que se ha ido de puente desde el miércoles... si le encontráis en el bosque saludadle de mi parte.