miércoles, mayo 07, 2008

Guy Vaucher, revisitada

Sonríe, pequeño... llevamos casi ocho años de guerra contra los fantasmas. Por eso hicimos Cazafantasmas con sus sucesivas partes... ¿o es que creías que el cine solo sirve para entretener?
Ciudadano-terrorista, te advertimos que no estás solo.
Únete al mayor despropósito de la Historia.
Pliégate a nuestros deseos más pueriles y serás feliz.
La guerra como higiene. La guerra como negocio, es decir, nec otium, sin ocio.
(Anduve leyendo, gracias a la editorial La Felguera, el libro de Penny Rimbaud&Crass, Tienen una bomba, sobre el movimiento cultural que hubo al principio de los años en Reino Unido. Gracias a él conocí a Vaucher, y gracias a Richal que me pasó el catálogo original: Guy Vaucher, Crass Art And Other Pre Post-modernist Monsters, San Francisco&Edinburgh, AK Press-Existencil Press, 1999. Luego me encuentro con las fotos de Hiroshima o Nagasaki en el periódico El País, pero hace unos poquitines de años vi la película Lluvia negra de Shohei Imamura, en la que se describe el horror de la caída de la bomba atómica en Hiroshima... todo ello, fotos y película me recuerda el gran genocidio cometido por un país, por unos gobernantes que no tienen reparos en señalarse como el gran país de la Libertad.
Parafraseando a Juan Ramón Jiménez diré: "Libertad, dame el nombre exacto del asesinato").

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