jueves, septiembre 13, 2012

Bonifacio Alfonso, un poeta de la línea / la cicatriz de la pintura

Como no puede ser de otra manera y debido a mi admiración por el pintor Bonifacio Alfonso (se puede contemplar una obra suya en el Candela, en Lavapiés) y por su fallecimiento reciente en San Sebastián en el mes de diciembre pasado, traigo aquí una serie de retazos del diariovasco en donde se habla de su curiosa trayectoria.

"(...) calificada de expresionista abstracta, pero desde una perspectiva onírica, aunque a él nunca le gustaron las etiquetas y fue siempre por libre, a pesar de que no se escapaba de influencias de artistas como Roberto Matta". "Hijo de un republicano fusilado durante al Guerra Civil, probó varios oficios antes de ser pintor. Fue novillero, rotulista, pintor de brocha gorda y batería en un grupo de jazz, una de sus pasiones. Decidió matricularse en la Escuela de Artes y Oficios de donde le echaron «porque allí nos obligaban a dibujar los modelos completos y yo prefería captar sólo un brazo o una pierna». Entonces encontró a la primera persona que le apoyó, el pintor Jesús Olasagasti". "(...) en 1966 alcanza el éxito comercial en la galería grises de Bilbao y dos años después conoció a Fernando Zóbel quien le compró alguno cuadros para el Museo de Arte Abstracto de Cuenca y quien le animó a trasladarse a esa ciudad, donde realizó la vidrieras de la catedral y coincidió a pintores como Gustavo Torner, Antonio Saura o Manolo Millares"."El Círculo de Bellas Artes de Madrid le dedicó en 2007 un amplia retrospectiva titulada 'En los campos de batalla' que estaba acompañada por el documental 'La cicatriz de la pintura'. Su obra está en los museos de Cuenca, Steikborg de Dinamarca, Bellas Artes de Bilbao, Biblioteca Nacional de Madrid, Stedelijk de Amsterdam, San Telmo, Reina Sofía..."  y también del obituario publicado en El País: "En sus cuadros las líneas están presentes con trazos contundentes que perfilan figuras que se presentan rotas, descompuestas o inacabadas, mientras que el color, aplicado con decisión, forma manchas que parecen bailar y moverse por el lienzo. Su obra se puede situar estilísticamente en el informalismo, pero la pluralidad de fuentes de las que se nutría y las influencias que fue capaz de absorber nos muestran un trabajo muy particular que bebe en el surrealismo pero que cobra todo su esplendor en el expresionismo. Sus cuadros, en los que se puede apreciar la influencia del danés Asger Jorn, se caracterizan por el humorismo de sus figuras y por la ironía de las situaciones que solía plantear en sus escenas."

Me enteré de su muerte por Eva Nuño, el pasado mes de agosto, mientras me encontraba en el mismo Cuenca por lo que fue aún mayor la impresión que me produjo. Ese mismo día pasamos por delante de la catedral y es ahora cuando me entero de que fue el propio Bonifacio quien participó en la elaboración de las vidrieras (aquellas del siglo xx) de la misma catedral (junto con autores como Gustavo Torner, Gerardo Rueda o H. Dechanet) con lo que recuerdo que Eva me dijo que a ella le gustaban mucho dichas vidrieras sin que cayéramos en la cuenta de que las había hecho Bonifacio. En fin, uno no deja de sorprenderse y de aprender cosas nuevas.

También os dejo este video de elmundo donde habla muy llanamente de lo que para él es la pintura, así como este enlace a la revista de artes, El Lotófago.

(La imagen es de Arturo Luján, que se encuentra en el blog Tus ojos para mirar)

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