domingo, diciembre 16, 2012

Rames Jandali

Me envía un mail mi querido Rames comentándome que ha ganado un premio por un cuento sobre gastronomía llamado Pou de la Neu. Como él mismo dice, en un momento de la entrevista en el periódico Información.es de Alicante, después de la entrega del premio: "La cocina es otra de mis pasiones. Desde pequeño cada día veía a mi padre cocinar, jugábamos al juego de los sabores en el que me hacía adivinar las especias que utilizaba en un guiso y qué le podía faltar. La cocina es otra forma de diálogo pero en vez de palabras intercambiamos berenjenas o coliflores por decir algo". Por otra parte cuenta que su "sueño es montar un café-librería-lugar de encuentro literario, de exposiciones, presentaciones, de diálogo. Que la gente se sienta a gusto hablando. El diálogo y la plática, curiosa palabra, son lo único que puede salvar este mundo. Y poder dedicarme a escribir que es lo único que me interesa". También explica: "Me centré en el personaje principal que es el cocinero (mi padre); su hijo, al que asesinan en el cuento es la figura de mi primo, Yihad Jandali, a quien el 5 de mayo de este año asesinaron en Homs los paramilitares o la sahbiha (policía secreta siria) en una manifestación. Mezclar este tema de actualidad con la cocina y como adorno la luna me pareció potente. En lo referente a la luna me llamó siempre la atención los nombres poéticos que ponían a sus cráteres, mares y demás: el cuerpo de una berenjena frita se parece a esas manchas cuando está en el plato. Estas similitudes aparecen así, sin más".

Aquí os dejo un poema de Rames dedicado a su amigo Omar, y al que yo conocí y del que tengo el recuerdo de la bondad y de su mirada tan honda. Desde aquí, desde este lugar y desde mi corazón brindo por la amistad.


                                                      A OMAR
Busco en la médula amigo.
En lo abisal del alma.
Con uñas arremeto:
escarbé la raíz profunda de la entraña
lo oscuro que nombraste, la guarida.
Llevo la luz de tu caduceo.
Tú que dijiste, “la noche habla y escucha”
“no te arredres en el tráfago inútil que te estorbe”.
Empecé a entender en el silencio,
Cuando se escucha la aurora que rasga
La seda nocturna de los vientos
O los cantos febriles de las jorobadas
propagándose en el fondo de océanos y mares
con su música de enigmas: entendí su lenguaje.
También, también hablé con los muertos
Tuve su regalo entre mis manos
El oro de las palabras
Pero no abrí los ojos.
El lugar era,
Entonces extendí el temor ante la luz
Como quién cree encontrar la cifra de lo ignoto
La misma mano que tú decías
Ofrendándome la fórmula y el plectro
El ansiado misterio que buscabas.
Abrí la puerta y ví que
Todo estaba destruido.
Cogí entonces tu sextante,
El nocturlabio que dejaste en mi bolsillo
y apunte al horizonte y las estrellas:
miles de pecios, naufragios rotos, ¿de qué valieron?,
toda esa desolación ante mi.
Ese era el periplo, tu regalo:
el valor de los que no regresaron
y todo lo perdieron
pero tuvieron un instante
en sus manos la belleza.

(El poema ha sido extraído de AQUÍ.
La noticia del premio la podéis leer AQUÍ.
La imagen es del castillo de Sintra, por donde anduvo nuestro admirado Lord Byron )

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