martes, septiembre 24, 2013

El músico

El artista extrajo de la vieja funda su guitarra y se puso a tocar y dijo "morena" y apareció una bellísima morena, con pelo rizadísimo y con la mirada fija en un punto lejano y alto mientras subía aquella calle-colina, y trepó hasta su guitarra y desapareció de mi vista para siempre; luego, aquel músico susurró arrastrando las consonantes "un fráN...cés y un iN...glés" y al otro lado, en la otra orilla, surgieron un atildado chico inglés, largo, estilizado, con pantalones pitillo años '80, londinense, y una eXpléndida chica con el pelo recogido, de negro crepuscular, chanson francesa, por supuesto ascendiendo al Olimpo de aquella voz que crea como un Pigmalión el objeto de su música.
Este que aquí narra sentado escuchando sólo hacía que remojar su libreta bajo la mesa en un vaso de cerveza, con unos textos a medio cocinar, aguardaba sólo el movimiento.
Qué no cantaría aquel músico callejero, qué no cantaría porque el mundo es mundo y su guitarra, vieja, como su funda, vieja, y el mundo tal vez sea demasiado viejo pero su música, no, he dicho que no, y apunté un enorme NO en mi libreta.
Y así volví a empaparla en la cerveza.

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