viernes, octubre 04, 2013

Justo Alejo

Después de haber leído ALACIAR monuMENTALES REBAJAS del poeta zamorano Justo Alejo, del que leí hace un tiempo ya, El Aroma del viento (otro libro absolutamente recomendable que guarda cierto parecido con éste aunque poco o nada, tal vez sea la respiración, su cercanía a la poesía aquella de los años 50 de aquel Francisco Pino hondo y generoso, una poesía como decía abstracta, contenida, vibrante y frágil, de varias y variadas lecturas) me viene a la cabeza eso de bucear y rebuscar entre artículos y periódicos en Internet y encuentro una noticia de La opinión de Zamora en la que se habla también del posible asesinato del poeta zamorano a manos de alguien disgustado de sus escritos e ideas políticas que en aquellos años podían ser aún más reprendidas si cabe y como suboficial del ejército del aire, aún más.
Pues bien, hace ya muchos años, a altas horas de la madrugada en un garito de Lavapiés, les comentaba el descubrimiento de un poeta castellano-leonés que me había gustado mucho a mis amigos de parranda y al llegar al momento en el que me preguntan o yo les contaba, no recuerdo bien, de qué había muerto Justo Alejo y contestarles que se suicidó arrojándose por una ventana del Ejército del Aire (lo que no sabía es que fuera vestido de gala, según se cuenta) un vozarrón surgio detrás de mi exclamando: "¡Eso es mentira!", afirmación con la que me quedé mudo. Justo al volverme comprobé que era un hombre ya con sus cincuenta años, de pelo ensortijado y blanco y con unas gafas redondas que le hacían más bien un intelectual. Me quedé pasmado, aguardando un porqué. "No se tiró, lo tiraron". No sé si fueron así sus palabras, lo cierto es que comenzamos una conversación sobre el poeta zamorano que me pareció una casualidad y luego un sueño de tan asombrosa, pues aquel hombre era el mismo cuñado de Justo Alejo, es decir, Miguel Herberg, una persona que vivió en primera línea aquellos años, por ejemplo, del golpe de Estado y derrocamiento de Salvador Allende con lo que realizó un documental llamado Chile 73 si mal no recuerdo.
Ahora vuelvo a leer a Justo pues encontré este libro en la Casa del Libro y no dudé en comprarlo y llevármelo a mi casita para disfrutar de su humor y alegría, de su capacidad para escarvar en los ritmos y jugar con ellos, de citar con bien tino a César Vallejo (y traérselo de la mano y rescatarlo y desamordazarlo) para así hablar de lo humano del "¡Viban los compañeros!"., o Justo el que dice "No PAStemos la Historia, hagámosla" (A ese Juan Con Otras Cruces)" o "CÓSMICOS DE LA LENGUA", entre otros muchos poemas más o menos abstractos, chispeantes, "publicitarios", con sorna o con crudeza, con carga social y crítica (casi todos) y poemas visuales (muchos). Pues eso.

(Justo Alejo, ALACIAR monuMENTALES REBAJAS. San Sebastián de los Reyes. Colección Literaria Universidad Popular, 2010.

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